miércoles, 29 de mayo de 2013

(Relato LibrosVeo) Te veo.

No puedo defenderme. No me sirven de nada los argumentos que he anclado en mi cabeza si solo yo veo que tu mitad está equivocada. Desde la base. Que la mía es un quiero tenerte y la tuya es un tira y afloja. A veces parece que damos el paso y tengo las de ganar. Que quieres tenerme. No se qué clase de baile es este (ya sabes que no bailo). A estas alturas empiezan a afectarme los descafeinados y tú pisas más bien fuera de mi vida.
Ojalá pudiera pedirte que no te pierdas mi próximo cumpleaños, ni los que le siguen. Pero ambos sabemos que pecamos de cobardes por igual. Y que por mucho que insista nunca serás tú el valiente.

Lo único que tienes que saber antes del punto final es que yo si que te veo, la pregunta es si tú me ves.

martes, 28 de mayo de 2013

Azules.

















Cuanta paz se percibe. Cuanto invierno hay detrás de cada paraguas cerrado.
Inundo con relatos breves la vida, que sobre el papel es más fácil.
A veces me siento más transparente y lo que escribo cuenta demasiado sobre quien soy, pero en realidad me desconozco.
Hace unos días la sal me llenó los pulmones. Y respiré todo lo fuerte que pude para recordar el momento en las venas. Y así, en aumento y despacito, van los detalles que me guardo dentro. Para mi. Mientras poco a poco voy entendiendo lo importante de las arenas en los zapatos. Y que el equivalente a las caricias es el sonido que genera el mar en mi cabeza cuando cierro los ojos.