sábado, 15 de febrero de 2014

Puntos finales.








No iré.
No vendrá.
Siempre paralelos. Como dos aviones volando
a diferentes alturas
en un mismo cielo.
Ni siquiera se miran.
Uno por encima de las nubes.
Otro en plena tormenta, tras haber aterrizado.
El reloj que no llevo en la muñeca
marca la hora de hablar en pasado.