jueves, 27 de diciembre de 2012




Carta para ti. Aunque tú no lo sepas. (II)

Hoy le puse nombre a un gato que no tengo y también a un barco de papel. Se llama cobarde. El barco, no el gato. El del gato me lo reservo para mí.
El barco se llama “cobarde” para poder recordar  todo lo valiente que no soy.
Hoy puse tu regalo en mi mesilla. No para de dar vueltas. Y aunque las luces de colores están apagadas, me gusta mirarlo por las tardes mientras envuelvo mi habitación con todas esas canciones que compartimos. Cada nota me repara al respirar.

PD: Me gustan las margaritas de jardín.