Cuanta paz se percibe. Cuanto invierno hay detrás de cada
paraguas cerrado.
Inundo con relatos breves la vida, que sobre el papel es más
fácil.
A veces me siento más transparente y lo que escribo cuenta
demasiado sobre quien soy, pero en realidad me desconozco.
Hace unos días la sal me llenó los pulmones. Y respiré todo
lo fuerte que pude para recordar el momento en las venas. Y así, en aumento y
despacito, van los detalles que me guardo dentro. Para mi. Mientras poco a poco
voy entendiendo lo importante de las arenas en los zapatos. Y que el
equivalente a las caricias es el sonido que genera el mar en mi cabeza cuando
cierro los ojos.
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