martes, 28 de mayo de 2013

Azules.

















Cuanta paz se percibe. Cuanto invierno hay detrás de cada paraguas cerrado.
Inundo con relatos breves la vida, que sobre el papel es más fácil.
A veces me siento más transparente y lo que escribo cuenta demasiado sobre quien soy, pero en realidad me desconozco.
Hace unos días la sal me llenó los pulmones. Y respiré todo lo fuerte que pude para recordar el momento en las venas. Y así, en aumento y despacito, van los detalles que me guardo dentro. Para mi. Mientras poco a poco voy entendiendo lo importante de las arenas en los zapatos. Y que el equivalente a las caricias es el sonido que genera el mar en mi cabeza cuando cierro los ojos.





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